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Mercado de la vivienda debe ser considerado en los planes de recuperación económica nacionales.

El Salvador, 5 de octubre de 2020. Hace más de 30 años, cuando las Naciones Unidas designó el primer lunes de cada octubre como el Día Mundial de Hábitat, jamás hubiésemos imaginado la importancia que una vivienda segura y digna tendría hoy frente a la pandemia del COVID-19, reflexiona Jonathan Reckford, CEO de Hábitat para la Humanidad Internacional.

Según datos de la CEPAL, en América Latina y el Caribe, casi 100 millones de personas (21% de la población urbana) vive en pobreza, en viviendas no adecuadas o asentamientos, con poco acceso a agua potable y saneamiento.

En El Salvador, cifras del Estudio Regional de Situación de la Vivienda en América Central (INCAE, 2016), 8 de cada 10 salvadoreños no cuentan con una vivienda digna.

Por esta razón, en el marco del Día Mundial del Hábitat, Hábitat para la Humanidad publica hoy el informe “Cornerstone of Recovery: Cómo la vivienda puede ayudar a las economías de mercados emergentes a recuperarse de COVID-19”, en el cual la organización logra reflejar la contribución real de la vivienda el PIB mediante el uso de estándares de cálculo aceptados internacionalmente.

El objetivo era dimensionar en las economías el papel de la vivienda, representando tanto la inversión, así como el consumo de vivienda. Para ello, se examinaron a detalle los datos del PIB de 11 países y se analizó si realmente el sector de vivienda podría apoyar en la recuperación económica en el mundo; tomando en cuenta que al mismo tiempo en el se activaría la economía, se estarían mejorando los hogares de bajos ingresos a viviendas más seguras y saludables y así, ayudar a disminuir la propagación del COVID-19.

“Los resultados son reveladores: los datos del mercado de la vivienda en el PIB en los países de ingreso bajo a medio suelen estar incompletos o ser inexactos. Los esfuerzos por medir la contribución de este sector a la economía se han centrado principalmente en los países desarrollados”, asegura Ernesto Castro-García, Vicepresidente de Área para América Latina y Caribe, en Hábitat para la Humanidad Internacional.

Resultados clave del estudio

  • La vivienda contribuye al PIB más de lo esperado cuando se contabilizan tanto la inversión en vivienda como los servicios de vivienda, con un promedio de más del 13,1% del PIB, en los países de la muestra en el informe.
  • Aun así, la contribución al PIB de la vivienda puede ser aún mayor, ya que es probable que la vivienda informal y los servicios estén desestimados o del todo no se incluyan en los balances nacionales. La vivienda informal por sí sola podría contribuir de un 1,5% a un 2,8% adicional al PIB en promedio, si se contabiliza adecuadamente.

“El mercado de la vivienda debe formar parte de los planes de recuperación económica de los países. Ya es conocido que las inversiones en vivienda saludable y segura tienen mayores beneficios que los esperados: Crean empleo, generan ingresos y, en particular en esta época de pandemia, ayudarían a evitar el hacinamiento que hace que las comunidades sean más vulnerables ante el virus”, asegura Ernesto Tobar, Director Ejecutivo, de Hábitat El Salvador.

Con base a los hallazgos del estudio, las organizaciones internacionales, los gobiernos nacionales y locales, el sector privado y las organizaciones sin fines de lucro podrían:

  • Empezar por la vivienda. Hacer de la vivienda una intervención fundamental para estimular la recuperación económica ante el COVID-19, no solo por sus significativos efectos en la economía, sino también por sus beneficios sociales y a la salud.
  • Crear mercados inclusivos. Usar la etapa de respuesta al COVID-19 como una oportunidad para crear mercados de vivienda más inclusivos que aborden varios niveles de ingresos, así como el alojamiento propio/alquilado y formal/informal.

Adicional a esos esfuerzos, los autores del informe recomiendan impulsar políticas de estímulo que, en cooperación con los sectores internacionales y privados, se centren en las familias con ingreso medio y bajo y, a la vez, incluyan a los mercados formales e informales, a las viviendas de alquiler y a las organizaciones comunitarias.

Además, enfatizan acciones de corto plazo para poner a disposición terrenos adecuados para vivienda; abrir el acceso al financiamiento para desarrolladores, familias y propietarios; proporcionar subsidios equitativos a las familias; y ofrecer incentivos a entidades crediticias y constructores.

Acerca de Hábitat El Salvador

Hábitat El Salvador es una organización sin fines de lucro con la visión de un mundo donde todos tengan un lugar adecuado donde vivir. Desde 1992, Hábitat El Salvador ha contribuido con más de 43 mil familias para construir o mejorar sus viviendas. 

Acerca del Informe

Puedes descargar el Resumen del Informe en el siguiente enlace [Español].

Puedes descargar el Informe completo en el siguiente enlace [Inglés].

Título: Cornerstone of Recovery: How Housing Can Help Emerging Market Economies Rebound from COVID-19.

Coautores: Arthur Acolin, professor adjunto de bienes raíces de la Universidad de Washington; y Marja Hoek-Smit, directora del Programa Internacional de Financiamiento de Vivienda del Centro de Bienes Raíces Zell-Lurie de la Escuela Wharton en la Universidad de Pensilvania.

Países analizados: Perú, Brasil, México, Egipto, India, Indonesia, Kenia, Filipinas, Sudáfrica, Tailandia y Uganda.

Pertenece: Centro Terwilliger de Innovación en Vivienda de Hábitat para la Humanidad.

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